sábado, 23 de noviembre de 2013

I permanently won't do this again

Querida Magali:

Necesitaba una excusa para hablar contigo y supongo que esta es la razón que estaba esperando. Parece que nada es lo suficiente precioso después de pasar un año en París contigo. Lo sé, no estoy en mi derecho a decir esto después de voluntariamente haber aceptado el trabajo tan lejos, pero eso ya lo sabías cuando te conocí por estar de casualidad trabajando en tu querida ciudad, en esa que te sientes como una niña el día de navidad. Sabes que no estoy acostumbrado a las ataduras, aunque no sé si es porque me dan pánico. 
Bueno, quiero cambiar un pequeño matiz. No es que ningún lugar vuelva a tener ese encanto después de estar a tu lado por París, vale, es que nada tiene ese encanto que tienes tú, Magali. Dichosos los ojos de quien te vea. Rostro pálido, suave, y ligeramente enrojecido en la zona de tus duros mofletes. Unos labios finos como dos cuidadosas pinceladas en un lienzo, rosados por el frío. Y con tu mítica gabardina negra, y tus guantes grises que jamás conseguías combinar con nada. No sé Magalí, ojalá estuviese ahí para verte soplar las velas. Ojalá estuviese ahí para verte, y que me cojas solo el dedo meñique como hacías durante nuestros paseos por la noche, y seas como una pequeña niña alocada. No sé qué me has hecho Magalí. Supongo que yo a ti daño, pero de verás que lo siento. Debo admitir que espero que no estés agarrando otros meñiques, ni le beses la nariz a ningún otro.
Necesito volver pronto. De verás que un día de estos cojo un avión al Charles de Gaulle. Ya sabes, cualquiera que haya visto tus ojos achinarse al mismo tiempo que te ríes a carcajadas sabe que termina siendo adictivo. 
En fin,----

(Tacha todo. Arruga el papel y lo tira a la papelera frustrado. Silencio. Siente como si estuviese lloviendo. Como si siempre estuviese lloviendo.)

-A.

sábado, 26 de octubre de 2013

[Piense en un título ingenioso]

Todo sabe insípido. Cuando me miro al espejo veo una sonrisa, solo que a la inversa. No tengo ganas de hacer nada y la vez no quiero no hacer nada, pero no hago nada para remediarlo. No sé si me explico. Hace tiempo que nada me pone los pelos de punta, con matices en la parte de "hace tiempo" ya que nunca se me han puesto. Y eso me ha hecho reflexionar. Las pocas veces que he podido decir "lo aprendí por experiencia" me hace pensar en qué estoy invirtiendo este tiempo que a la larga tendría que estar siendo transformado en anécdotas. No sé. A penas noto la suavidad de las cosas desde que tengo las yemas de los dedos siempre frías. Supongo que hace tiempo que no tienen la oportunidad de acariciar alguna piel cálida. Me he vuelto fría. Y aborrezco las cosas banales, a la vez que ya no consigo encontrarle tal encanto a las cosas que no son cosas. Y me asusta. No sé, por qué nadie le busca explicación a por qué las cosas malas llegan todas juntas chocando contra tu cara. O por qué la realidad carece de delicadeza. Nunca fue considerada a la hora de plantearme los problemas, y sigue sin serlo, y nadie se lo reprocha. Antes dejaba que mi futuro yo me lo solucionase. Ahora nada se soluciona. Nada sale bien. No estoy acostumbrada a esto de estar con los pies siempre en el suelo y lo estoy llevando considerablemente mal. Quiero sentirme yo. Quiero sentirme.
-A.

sábado, 21 de septiembre de 2013

All your dreams are about to happen now



Hará unas semanas desde que no bajo la persiana de mi habitación en cuanto se hace de noche. Y es que me he dado cuenta de que me hace perderme todas las noches ese encanto que tiene la luna desde mi ventana. Me ha costado los doce años que llevo viviendo en mi piso darme cuenta, y eso me ha hecho recapacitar. He decidido tomármelo como una metáfora de la vida. La luna siendo la vida y la persiana y yo bajándola siendo esas cosas que dejo que se me interpongan y que te hacen perdértela en todo su esplendor, en su punto culmen, en el punto en el que ves el cartel de kilómetro cero Felicidad. Un amigo me dijo que la vida es bonita, lo que cuesta cogerla. Y tanto. Sí, casi como a la luna, y ahí ya han llegado.
-A.


-

lunes, 26 de agosto de 2013

''Nunca sabremos cuándo será la última vez de tantas cosas''

Liam era la persona más alocada, valiente, sinvergüenza, sincera, cínica, optimista y soñadora que jamás había visto. Creí que fue porque una vez leyó algo que decía como que el tiempo era como el dinero, como si cada día te depositasen 86,400 segundos en tu cuenta del banco y si no los usabas hoy, no se te acumularían para mañana, sino que los habría perdido, que cambió totalmente su vida, más o menos a un curso antes de acabar el instituto. Yo no sabía si esa nueva forma de vida era la más adecuada, pero nunca intentes pararle los pies a Liam. Llegó a tal punto que escuchaba música con los auriculares enredados para no perder tiempo deshaciendo los nudos (porque él siempre escuchaba música. Se rumorea con hizo puenting con los auriculares puestos  y su música sonando. Nunca me lo confirmó, sino que tan solo sonreía cuando le preguntaba). En clase no prestaba mucha atención y se dedicaba a hacer dibujos en una libreta o trastadas, y fue bien conocido el año pasado, en nuestro primer año de universidad, por hacer la mejor broma a un profesor nunca vista. Se iría a bastantes lugares del mundo con una mochila y tienda de campaña cogiendo vuelos lowcost durante sus vacaciones y sacó fotos de todos los amaneceres de todos los lugares a los que había ido que tenía esparcidas por la mesa de la buhardilla que usaba como cuarto. No perdía el tiempo recogiendo su habitación y jamás hacía la cama sosteniendo que "mañana la volveré a deshacer". He de admitir que era una excusa tonta, pero así era Liam, que con tal solo sonreírte le perdonarías cualquier cosa. Le encantaba el cine pero nunca se tragaría los créditos, y siempre que pudiese iba en bici. Solo le veía tranquilo cuando nos íbamos de excursión al campo y tras largas caminatas dormiríamos una siesta bajo la sombra de algún árbol antes de irnos. Nunca desperdiciaría un segundo haciendo algo que no le gustase, y eso te hacía sentir vivo cuando estabas a su lado, pero las cosas tienen un cierto límite. Desde pequeños, toda una vida, mi mejor amigo que se quedó huérfano y se convirtió en mi hermano y no pude ser la única persona a la que se lo contases. Joder Liam, a veces pienso que no sé si lo prefería así o que me hubieses avisado para mentalizarme de lo monótona que sería mi vida sin ti. Llegó a saber que nunca desperdiciabas ni un segundo en el que tu corazón latiría porque no sabías cuando iba a dejar de hacerlo, aparte de que sería pronto. Gracias por estar hasta el último latido a mi lado. Te echo de menos. Te echo tanto de menos.
-A.

sábado, 13 de julio de 2013

You are the smoke to my high


-No creo en Dios porque si tan bueno fuera, ya que no me dio tetas, me podría haber dado unas piernas largas y sexy.- decía mientras yo me limitaba a observar sus labios, del cual superior casi carece. Parece una simple línea pintada con un lápiz rosa. Con esa frase zanjó la breve conversación, levantándose del colchón hacia la cocina para coger un cigarrillo mientras yo me fijaba en el bonito trasero que le hacía ese culotte negro de encaje y que sus piernas son perfectas a pesar de quedarse en 90cm. Luego vuelvo a recapacitar sobre lo que acaba de decir; siempre tiene algún comentario por el estilo que hacer. Es incapaz de decir algo bueno sobre sí misma, de quererse. Pero sobre todo no lo hace como el resto de las chicas que esperan que les lleves la contraria o las halagues, ella simplemente lo decía al igual que decía todo lo que pensaba.
En realidad nunca había escuchado una razón tan buena para no creer en Dios. Solo ella habría sido capaz de expresarla de forma que suene razonable. Miro el reloj y son las dos y media de la madrugada y mañana tenemos que levantarnos temprano, pero ella nunca puede saltarse el cigarillo de después de hacer el amor. Aunque a veces me pregunto si realmente es eso lo que hacemos, el amor, o si no llega a eso. Vale que no haya ningún tipo de relación seria entre nosotros, pero es que con ella no puede quedarse en solo encuentros de una noche (aunque cabe añadir que nos solemos duchar y dar baños juntos y pasar el día en el apartamento sin hacer nada en especial más que estar uno con el otro). Es el tipo de chica del que tardas en enamorarte, pero que es inevitable. Pero eso lo sé ahora. Una vez de estas en las que ella se emperretaba con leerme un fragmento que le había gustado de un libro que se estaba leyendo (siempre estaba devorando alguno) y me estremeció cuando llegó a la frase “Tú, que solo querías acostarte con ella, y acabaste viéndola dormir". No sé si fue porque saliendo de su boca sonaba a la obra maestra de un escritor, o porque me sentí identificado. Ella seguía leyendo "Es capaz de hacerte feliz con la ropa puesta, y eso te acojona." ¿Pero es que acaso este libro lo escribieron sobre nosotros? Pero enseguida me di cuenta. Cuando te enamoras, sientes que todos las pelis, libros y canciones de amor cobran sentido. Solo oía sus palabras en vez de escucharlas, y me encontré deseando que ojalá yo también fuese la razón por la que para ella cobraran sentido.
-A.


martes, 9 de julio de 2013

I thought that maybe I could find myself


Su única figura a seguir había sido yo cuando perdimos a nuestros padres en el accidente. No hace falta decir que ese tipo de sucesos cambian tu forma de ser, y tras eso yo sentí la necesidad de ser fuerte y no derramé ni una lágrima. Supongo que eso me hizo hacerle a Ally lo mismo. Convertirla en lo que yo quería ser. Mi hermana Ally tenía nueve años, y se convirtió en una chica fuerte, luchadora y valiente, pero sobre todo autosuficiente. Todos conocían a Ally por su seguridad, constante alegría y sonrisa, pero sobre todo nunca había llorado después de ese accidente. Recuerdo que alguna vez me mencionó que no le salían las lágrimas así sin más. En ese momento sonó más un robot que una persona. Quizá tuvo que dejar de sensible para poder ser fuerte, y me hizo dudar si más bien yo era la creadora de un monstruo como el inventor de Frankenstein más que una hermana mayor ejemplar.
Abro la puerta de su cuarto, decorada como la puerta de cualquier quinceañera, y la veo llorando de espaldas apoyada en su cama. Me doy cuenta de que me había saltado una de las lecciones del tutorial sobre la vida. Me olvidé decirle que inevitablemente pasarás por momentos de debilidad por los que pasas de ser de hierro a un trozo de papel mojado, tan fácil de romper. Lloraba con fuerza, pero más que por el dolor, yo sabía que era porque se sentía débil. También se me olvidó decirle que los fuertes se derrumban, pero son fuertes por volver a ponerse de nuevo de pie, no por no caerse. Se me olvidó. Se me olvidó. Se me olvidaron tantas cosas. Y por un instante me siento como un fracaso y se me forma un nudo en la garganta, pero trago saliva de inmediato y entro. Me apoyo en la cama a su lado derecho. Entonces me acuerdo de que una vez mi madre me dijo que no hay más valiente que quien llora con la cara descubierta, y tenía razón. No sé por qué nos empeñamos tanto en avergonzarnos por llorar. No hay mayor acto de valentía que llorar sin ocultarse. Yo pienso todo esto con la mirada perdida en el suelo sin darme cuenta de que no estoy haciendo nada reconfortante. Pero Ally de repente suelta, consiguiendo que su voz no suene temblorosa: "Todos te dicen ‘sé fuerte’ pero nadie te dice cómo". Le pongo mi brazo izquierdo por encima y ella hunde su cara entre mi hombro y mi cuello. Entonces replico: "Pues tú sabes serlo muy bien, Ally." Ella contesta con seguridad "Pues ahora no lo estoy siendo" y casi sin darme cuento digo "Justo ahora lo estás siendo más que nunca".

-A.
 

lunes, 8 de julio de 2013

It's not hard to fall

"Los elefantes son considerados una de las criaturas más emocionales del mundo. No solo han salvado a varias otras especies en peligro como perros sino que son el único animal capaz de morir por un corazón roto". Otra aburrida tarde de verano en el pueblo en la que mi abuelo duerme la siesta con el sonido del televisor.
Ciertamente deben ser el único animal que consiga morir por ello, pero esta sensación que tenemos los humanos cuando nos rompen el corazón, de estar muriéndose por dentro, poquito a poquito. Poco se habla de ello en los documentales de la dos. Nadie acaba de comprender por qué sentimos lo que sentimos y parece nadie ser capaz de encontrar un remedio a esto. Supongo que nadie hace documentales sobre ello porque todos tenemos la oportunidad de verlo en vivo y en directo. Llegamos a sentir cómo el dolor deja de ser un sentimiento abstracto, tan intenso que parece posible tocarlo.
Ojalá yo fuese un elefante. Debe ser más sencillo morir por tener el corazón roto que aguantar tanto tiempo las piezas sueltas.
 
-A.

miércoles, 3 de julio de 2013

Mots

Esto va para todos esos que escriben para sentirse bien. 
Para sentirse mejor. 
Para sentirse. 


A las doce de la noche. 
Cuando nos entra la inspiración. 
En las notas del iPod en un trayecto en bus. 
De camino a casa por la noche con los auriculares puestos. 
Cuando algo nos preocupa.
 Cuando tenemos demasiadas ideas. 
Cuando dejamos de hacer cosas importantes para escribir lo que se te acaba de ocurrir. 
Por momentos en los que tienes tanto que decir y transmitir que no encuentras palabras. 


Para los que escribimos. Solo novatos. 
Que no conseguimos escribir como nuestros escritores favoritos. 
Que creemos que redactamos textos mediocres. 
Para los que leemos algo precioso y deseamos poder tener el don para escribir así. 
Para nosotros. 
Para los que sabemos que no es lo nuestro, pero aún así no podemos evitarlo. 
Dormimos poco, soñamos mucho.
-A.

jueves, 27 de junio de 2013

Few words could open me but you knew them all

Tenía la forma de caminar de alguien a quien le acababan de romper el corazón. Se sentaba en el asiento de la esquina de la última fila del autobús como quien cree que su existencia es insignificante. Miraba por la ventanilla como quien quiere escapar del mundo, y su forma de mirar era como si fuese tan capaz de ver a través de ti que veía todas tus inseguridades y malos pensamientos, y había decidido dejar de mirar muy directo a los ojos. Era eso, o que a la última persona que miró directo a los ojos le dejó un terrible recuerdo. Es horrible vivir en un mundo donde nadie te entiende. Yo lo sé, Ethan, yo lo sé. 
 -A.

lunes, 24 de junio de 2013

Post break-up sex that helps you forget your ex

Acusaban a Amélie de promiscua y  provocadora, aunque curiosamente nunca sin enseñar más de la cuenta. Tan solo en su seductora personalidad que conseguía convertir a pequeños capullos en perritos falderos y con una sutileza que solo ella podía tener les desgarraba el corazón. Pobre Amélie que nadie entendía que ella solo intentaba conseguir un puño de clavos del que poder elegir uno como presa para poder sacar al suyo, que estaba tan profundamente clavado, y que cada vez que veía que ese clavo no le servía, y ellos creían sentir su corazón arañado, más que cualquier otro se despedazaba el de ella, harto de vanos intentos por sacarlo. Ay Amélie, nadie te advirtió de que no solo un clavo no saca a otro clavo, sino que a veces tan solo lo clava aún más...
-A.

miércoles, 19 de junio de 2013

This dormant love you've built inside your stubborn ways


El dolor viaja a 3000 pies por segundo. Eso dijiste la madrugada en la que me torcí el tobillo en nuestra escapada a la playa, ¿te acuerdas? Y sinceramente en ese momento me parecía imposible que pudiese ir tan rápido. Pero ahora sí, ahora sé que tenías razón. En ese momento no sé si fue el simple hecho de que estuvieses ahí conmigo que hizo ameno cualquier dolor físico que pudiese tener, o que la velocidad a la que iba la felicidad lo contrarrestaba. Pero ahora lo sentí. Intenso, rápido, imparable... Lo que por el interior. Lo sentí a toda velocidad como recorrió desde alguna parte desconocida del cuerpo acabando directo en el corazón, rozando la boca del estómago. Como una especie de punzada o una patada bien dada en el punto más doloroso. Como una especie de tembleque en las piernas que requería una huida inmediata.
A veces es peligroso caer muy profundo en redes (de alguien), porque después no encuentras la forma de salir. Y ahora me pedías que yo saliese de ahí porque ya no tenía un lugar, y yo, tan incapaz de ver una salida.
-A.

sábado, 1 de junio de 2013

There are some things that you have to let go


He llegado a la conclusión, y resulta que tampoco estaba tan lejos. Esta es la última vez que te quiero, créeme. Me he fallado tantas veces por no fallarte a ti, para que siempre te lo agradezcan de la misma manera, que no es otra que rajarte un poquito más el corazón. Y es que una vez alguien dijo que los corazones nunca serán prácticos hasta que puedan ser irrompibles, y ojalá lo inventen pronto. Sé que es difícil quererme, pero estoy trabajndo en ello, créeme. Pero es que a veces es tan difícil encontrarme. Y me canso de buscarme. Ya me he cansado de ir contra el mundo, porque ahora él parece haberme plantado la cara, y no puedo con esto yo sola. Era más divertido ir contra el mundo cuando lo hacíamos juntos.
-A.

I'll never know what's good for me


Insistía, aunque tranquila, en que ya no te quería, sino que incluso ahora te odiaba. Yo lo comprendía: solo se odia a quien se le ha querido, pero decidí preguntarle las razones por las cuales tanto te detestaba. Entonces pareció quedarse en blanco, y percatarse de que no tenía ninguna razón para odiarte, hasta que soltó- eso sí, con mucho resentimiento- lo mucho que odiaba que siempre dejases la tapa del váter subida. Entonces pareció volverse transparente, y vi cómo esta chica que actuaba con indiferencia y fuerza, se hundía cuando estaba sola por las noches, porque no encontraba una mísera razón para odiarte y poder dejar de sonreír con tu recuerdo. De repente se mostró vulnerable, le comenzó a temblar el mentón, y con una voz terriblemente temblorosa dijo con un intento de sonrisa: "Quererle ya no duele. Creo."

-A.

miércoles, 29 de mayo de 2013

'This world was never meant for one as beautiful as you.'

Le encantaban las margaritas. Rosas. Lilas. Amarillas. Blancas. Pero siempre que deshoja la margarita le dice que no se quiere. Nunca lo he llegado a comprender. Era como una mariposa monarca que no vuela porque piensa que tiene el ala rota. Corrijo. Una preciosa mariposa monarca. Azul. De esas que se ven poco. Es como si alguien dijese que un aurea boreal no es preciosa. Como si una rosa pensase que no tiene olor. Una especie de paradoja. Pequeña Marguerite, deja de deshojar la margarita, que hasta que no te des cuenta, siempre te dirá lo mismo. Nadie podrá quererte hasta que tú no te quieras.



-A.

sábado, 27 de abril de 2013

"It's like ten thousand spoons when all you need is a knife"

Había muchos obstáculos y no hacíamos más que chocarnos contra la pared. A veces conseguíamos derrapar. Amortizar el golpe. Pero armada de paciencia pensé de que si nos damos suficientes cabezazos contra la pared al final acaba cayendo abajo. Cada vez los golpes parecían doler más y no eran más que constantes cabezazos, uno tras otro. Y un día te planteaste que quizá nos estábamos dando cabezazos contra la pared equivocada. Y abandonaste, dejaste de chocarte con la pared cuando te diste cuenta de que quizá yo era tu obstáculo. Pero mientras yo sigo chocando. Una y otra vez, y no consigo saber por qué la mía no cae. Esta pared parece ser más fuerte que yo, y desespero.
-A.

domingo, 14 de abril de 2013

I hate your gutts




 Fingiste haberte enamorado de él, solo porque era poeta. No te gustaban sus bromas y no entendías su humor, ni le encontrabas el gusto a sus besos por la mañana. Solo te gustaba su forma de calmar tu miedo a que no volviesen a escribir sobre ti. Porque necesitabas que alguien escribiese sobre ti. Pobre de él que te convirtió en su musa, y cuando te conformaste con cuatro poemas con metáforas sobre alguna de las peligrosas curvas de tu cuerpo te fuiste y te llevaste su inspiración contigo.
-A.

Daguhter- Landfill

viernes, 12 de abril de 2013

They say you're always doing fine

Hoy vas a escribir. Estás maldiciendo la inspiración, ya que siempre la andas buscando como loca y tan solo parece justo mientras realizas una búsqueda de un poco más de fuerza para sonreír sin éxito, y acabas siempre escribiendo palabras meláncolicas.
Has llegado a la conclusión de que no eres una persona fuerte, al menos hoy no, pero no puedes evitar intentar y querer al menos parecerlo. Pero ahora has avanzado en tus cavilaciones hasta tal punto de plantearte para quién estás aparentando serlo. Quiero decir; a quién le va a importar si tú eres fuerte o no. Qué fin tiene fingir. Te levantas un sesenta por ciento de las mañanas del año alegando que vas a llorar si te apetece, que vas a decir que las cosas no van bien si te preguntan, y luego llevas a casa y no derramas ni una sola lágrima para que ni tú misma te veas llorando y te dices a ti misma que todo va bien, todo va bien...
Tú piensas que no eres una persona fuerte por no poder no sentirte nunca triste, sin darte cuenta de que la mayoría del tiempo consigues no estarlo, aunque tú quisieras que fuera siempre. Piensas que no eres fuerte porque te dan ganas de llorar, pero es que llorar no es de débiles. Yo pienso que eres una persona fuerte, porque piensas que no lo eres, y aún así sacas fuerzas para intentar serlo.
-A.

Chris And The Other Girls - They Will Say http://www.youtube.com/watch?v=Qv3MJBvQnSA

miércoles, 3 de abril de 2013

I bet you are hard to get over

Me di cuenta de que me había enamorado de ti cuando me vi balbuceando tu nombre en su cama. No había llorado ni un día desde que te dije que era hora de que lo terminasemos, ni ahora que estaba borracha. Ni si quiera lo había hablado con nadie, tampoco me apetecía. Ahora mismo solo buscaba otros brazos que me abrigasen y me dieran todo lo que tú no me habías dado, que a mi respecta era bastante. No es que me hicieras sentir mal, pero tampoco bien. Eras lo mismo que me dañaba, y aliviaba. Era como si lo único malo de ti es que eras tú.
Me vi balbuceando tu nombre, pero eso pasó desapercibido. Fue cuando ya había amanecido y él se sentó en el borde de la cama, se puso el pantalón suavemente y fue caminando descalzo a la cocina, y yo solo vi tu espalda con las líneas de la luz que se colaba por la persiana, cuando te vi a ti caminando hacia allá y no a él.
Me encontré sola en una cama ajena mirando el techo, preguntándome qué hacer ahora que hasta borracha el mundo me parecía una mierda. Hoy me duele la cabeza. Hoy no me apetece quererte. Ni mañana. Ni nunca.

-A.

miércoles, 13 de febrero de 2013

Lo malo de que me quieras es la letra pequeña

Y tampoco me dejó besarla en el portal de su casa. Ni a pesar de haberla acompañado todo el camino hasta allí. Me permitió cogerla por la cintura, llegar la mano a su mejilla hasta pararme los labios con un suave gesto. Dijo "Lo malo de los besos es que crean adicción" y se escapó de mis brazos. De otra forma no podía ser, ella y su manía de citar a algún poeta en sus frases. Ella que evita todo tipo de adicciones pero después siempre tiene una bebida en la mano. Ella que se hace querer pero luego no deja. Ella parece saber mucho de todo, pero luego no acaba de comprender que no siempre tiene que resistir. Esta vez va una cita para ti, "Resisto a todo menos a la tentación."
-A.

lunes, 21 de enero de 2013

'Te quiero de todo menos querer.'

-Ya no volveré a besar más con los ojos cerrados. Eso es para enamorados. No me culpes de ser bipolar, es simplemente que cambio mucho de opinión.- Me miró directo a los ojos enfatizando la seguridad de sus palabras. Después se dio la vuelta y fue dejando un camino de huellas en la nieve. De repente la nieve no parecía estar tan fría comparado con lo que sentía en el interior. Era la forma más bonita en la que jamás me habían dejado. Era la forma más bonita de romper un corazón. Las palabras que saliesen de sus labios solo podían sonar dulces. De repente se me vino a la cabeza la frase de Ethan Wate: 'Mariposas en el estómago. Vaya metáfora de mierda. Mas bien parecen abejas asesinas'.
A veces me preguntan por qué soy frío. Ese día enterré mis sentimientos en el jardín y me olvidé de que existían.
-A.

domingo, 13 de enero de 2013

And the fact everyone is sane


Has llegado a un punto en el que has decidido rendirte y dejar de pedir más. En el que has decidido conformarte. En el que te basta la brisa del mar en la cara y las olas a tus pies. El punto en el que la sonrisa de un extraño te hace feliz y que tan solo ir en bicicleta ya te hace sentir libre. Que un simple baño te libera y un suspiro te hace sentirte vivo.


-A.