Fingiste haberte enamorado de él, solo porque era poeta. No te gustaban sus bromas y no entendías su humor, ni le encontrabas el gusto a sus besos por la mañana. Solo te gustaba su forma de calmar tu miedo a que no volviesen a escribir sobre ti. Porque necesitabas que alguien escribiese sobre ti. Pobre de él que te convirtió en su musa, y cuando te conformaste con cuatro poemas con metáforas sobre alguna de las peligrosas curvas de tu cuerpo te fuiste y te llevaste su inspiración contigo.
-A.
Daguhter- Landfill
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Significa mucho para mí que tomes tiempo para leer el blog, muchoselefantesdelasuerte para ti