sábado, 13 de julio de 2013

You are the smoke to my high


-No creo en Dios porque si tan bueno fuera, ya que no me dio tetas, me podría haber dado unas piernas largas y sexy.- decía mientras yo me limitaba a observar sus labios, del cual superior casi carece. Parece una simple línea pintada con un lápiz rosa. Con esa frase zanjó la breve conversación, levantándose del colchón hacia la cocina para coger un cigarrillo mientras yo me fijaba en el bonito trasero que le hacía ese culotte negro de encaje y que sus piernas son perfectas a pesar de quedarse en 90cm. Luego vuelvo a recapacitar sobre lo que acaba de decir; siempre tiene algún comentario por el estilo que hacer. Es incapaz de decir algo bueno sobre sí misma, de quererse. Pero sobre todo no lo hace como el resto de las chicas que esperan que les lleves la contraria o las halagues, ella simplemente lo decía al igual que decía todo lo que pensaba.
En realidad nunca había escuchado una razón tan buena para no creer en Dios. Solo ella habría sido capaz de expresarla de forma que suene razonable. Miro el reloj y son las dos y media de la madrugada y mañana tenemos que levantarnos temprano, pero ella nunca puede saltarse el cigarillo de después de hacer el amor. Aunque a veces me pregunto si realmente es eso lo que hacemos, el amor, o si no llega a eso. Vale que no haya ningún tipo de relación seria entre nosotros, pero es que con ella no puede quedarse en solo encuentros de una noche (aunque cabe añadir que nos solemos duchar y dar baños juntos y pasar el día en el apartamento sin hacer nada en especial más que estar uno con el otro). Es el tipo de chica del que tardas en enamorarte, pero que es inevitable. Pero eso lo sé ahora. Una vez de estas en las que ella se emperretaba con leerme un fragmento que le había gustado de un libro que se estaba leyendo (siempre estaba devorando alguno) y me estremeció cuando llegó a la frase “Tú, que solo querías acostarte con ella, y acabaste viéndola dormir". No sé si fue porque saliendo de su boca sonaba a la obra maestra de un escritor, o porque me sentí identificado. Ella seguía leyendo "Es capaz de hacerte feliz con la ropa puesta, y eso te acojona." ¿Pero es que acaso este libro lo escribieron sobre nosotros? Pero enseguida me di cuenta. Cuando te enamoras, sientes que todos las pelis, libros y canciones de amor cobran sentido. Solo oía sus palabras en vez de escucharlas, y me encontré deseando que ojalá yo también fuese la razón por la que para ella cobraran sentido.
-A.


martes, 9 de julio de 2013

I thought that maybe I could find myself


Su única figura a seguir había sido yo cuando perdimos a nuestros padres en el accidente. No hace falta decir que ese tipo de sucesos cambian tu forma de ser, y tras eso yo sentí la necesidad de ser fuerte y no derramé ni una lágrima. Supongo que eso me hizo hacerle a Ally lo mismo. Convertirla en lo que yo quería ser. Mi hermana Ally tenía nueve años, y se convirtió en una chica fuerte, luchadora y valiente, pero sobre todo autosuficiente. Todos conocían a Ally por su seguridad, constante alegría y sonrisa, pero sobre todo nunca había llorado después de ese accidente. Recuerdo que alguna vez me mencionó que no le salían las lágrimas así sin más. En ese momento sonó más un robot que una persona. Quizá tuvo que dejar de sensible para poder ser fuerte, y me hizo dudar si más bien yo era la creadora de un monstruo como el inventor de Frankenstein más que una hermana mayor ejemplar.
Abro la puerta de su cuarto, decorada como la puerta de cualquier quinceañera, y la veo llorando de espaldas apoyada en su cama. Me doy cuenta de que me había saltado una de las lecciones del tutorial sobre la vida. Me olvidé decirle que inevitablemente pasarás por momentos de debilidad por los que pasas de ser de hierro a un trozo de papel mojado, tan fácil de romper. Lloraba con fuerza, pero más que por el dolor, yo sabía que era porque se sentía débil. También se me olvidó decirle que los fuertes se derrumban, pero son fuertes por volver a ponerse de nuevo de pie, no por no caerse. Se me olvidó. Se me olvidó. Se me olvidaron tantas cosas. Y por un instante me siento como un fracaso y se me forma un nudo en la garganta, pero trago saliva de inmediato y entro. Me apoyo en la cama a su lado derecho. Entonces me acuerdo de que una vez mi madre me dijo que no hay más valiente que quien llora con la cara descubierta, y tenía razón. No sé por qué nos empeñamos tanto en avergonzarnos por llorar. No hay mayor acto de valentía que llorar sin ocultarse. Yo pienso todo esto con la mirada perdida en el suelo sin darme cuenta de que no estoy haciendo nada reconfortante. Pero Ally de repente suelta, consiguiendo que su voz no suene temblorosa: "Todos te dicen ‘sé fuerte’ pero nadie te dice cómo". Le pongo mi brazo izquierdo por encima y ella hunde su cara entre mi hombro y mi cuello. Entonces replico: "Pues tú sabes serlo muy bien, Ally." Ella contesta con seguridad "Pues ahora no lo estoy siendo" y casi sin darme cuento digo "Justo ahora lo estás siendo más que nunca".

-A.
 

lunes, 8 de julio de 2013

It's not hard to fall

"Los elefantes son considerados una de las criaturas más emocionales del mundo. No solo han salvado a varias otras especies en peligro como perros sino que son el único animal capaz de morir por un corazón roto". Otra aburrida tarde de verano en el pueblo en la que mi abuelo duerme la siesta con el sonido del televisor.
Ciertamente deben ser el único animal que consiga morir por ello, pero esta sensación que tenemos los humanos cuando nos rompen el corazón, de estar muriéndose por dentro, poquito a poquito. Poco se habla de ello en los documentales de la dos. Nadie acaba de comprender por qué sentimos lo que sentimos y parece nadie ser capaz de encontrar un remedio a esto. Supongo que nadie hace documentales sobre ello porque todos tenemos la oportunidad de verlo en vivo y en directo. Llegamos a sentir cómo el dolor deja de ser un sentimiento abstracto, tan intenso que parece posible tocarlo.
Ojalá yo fuese un elefante. Debe ser más sencillo morir por tener el corazón roto que aguantar tanto tiempo las piezas sueltas.
 
-A.

miércoles, 3 de julio de 2013

Mots

Esto va para todos esos que escriben para sentirse bien. 
Para sentirse mejor. 
Para sentirse. 


A las doce de la noche. 
Cuando nos entra la inspiración. 
En las notas del iPod en un trayecto en bus. 
De camino a casa por la noche con los auriculares puestos. 
Cuando algo nos preocupa.
 Cuando tenemos demasiadas ideas. 
Cuando dejamos de hacer cosas importantes para escribir lo que se te acaba de ocurrir. 
Por momentos en los que tienes tanto que decir y transmitir que no encuentras palabras. 


Para los que escribimos. Solo novatos. 
Que no conseguimos escribir como nuestros escritores favoritos. 
Que creemos que redactamos textos mediocres. 
Para los que leemos algo precioso y deseamos poder tener el don para escribir así. 
Para nosotros. 
Para los que sabemos que no es lo nuestro, pero aún así no podemos evitarlo. 
Dormimos poco, soñamos mucho.
-A.