sábado, 21 de febrero de 2015

I walk my days on a wire


Mi parte favorita era cuando nos tumbábamos. Uno frente a otro. Dos cabezas un poco alocadas en una misma almohada. Respirando el mismo aire. Y compartiendo un silencio. Pero era ese silencio. Un silencio que te arropa. De esos silencios que tienes la suerte de compartir con contadas personas. De esos silencios que te hacen sentir que da igual todas las cosas malas que has pasado en tu vida hasta ese momento porque te han hecho llegar finalmente a esto. Simplemente lo compensaba todo. Un silencio que calaba bien dentro y reponía todas las pequeñas partes heridas, lastimadas incluso rotas de tu alma con sed de libertad.
Siento mis manos frías como si hiciera siete milenios que no acarician.
Te voy a echar de menos, porque ya no somos los que éramos, ni seremos los que fuimos. Ojalá encuentres tu silencio, pero nunca olvidando los nuestros (por favor).
-a.

What you don't have now will come back again

Le daba igual que me quedara o me fuera, y entonces entendí que si te van a querer solo a ratos es mejor que no te quieran. Me costó lo suyo. Pensé que era más divertido si el amor era solo a ratos, algo intermitente, así no te acostumbras (porque lo malo de acostumbrarte es que algo increíblemente extraordinario pasa a ser algo insípidamente ordinario). Y dolió plantar esa idea en la tierra infértil de mi mente. Se podría decir que morí de amor, solo que no de la manera bonita bonita en la que se suele emplear esa expresión. Morí de amor, pero sobreviví para contar la historia. Y es que no sé bien cómo se olvida, solo sé que sí he olvidado a personas que creí que me dolerían siempre. Así que no sé, también es cierto que a nadie (o, al menos, a mí) le interesa una persona que no haya pasado más tiempo consigo misma que con otra persona. 
Un tiempo sin hilo invisibles nunca viene mal. ¿No es preciosa la vida?
-a

martes, 17 de febrero de 2015

I made all of my own mistakes

Las madrugadas se hicieron para pensarte. Y maldita sea. Estamos hechos para ser rotos, ¿verdad? Y recomponernos a ratitos. Dejar que alguien nos recomponga temporalmente y luego nos vuelva a romper, y así siempre. Y me río, porque nos quejamos de lo que duelen los portazos de despedida, como si no doliesen más las personas que salen de nuestra vida sin hacer ningún ruido. Y dicen que si no sangra no es una herida, pero las heridas más grandes que tengo no me han sangrado, y bien que han dolido. Aunque bueno, todo se cura, es solo cuestión de tiempo que no tienes. Qué mundo de locos.
-a.

Quoting words of wisdom #5













I always wonder why 
birds stay in the same place 
when they can fly 
anywhere on the earth. 
Then I ask myself the same question.
-Harun Yahya