viernes, 18 de julio de 2014

Yesterday you told me about the blue sky

No son lágrimas, son goteras. Mientras todos lo llamaron insomnio, yo le puse tu nombre. La almohada húmeda se enfadó y ha dejado de consolarme y darme consejo. Al menos se ahorra el "ya te lo dije". Si ya lo decía Óscar Wilde, "Pero cómo vas a ser feliz con alguien que te trata como una persona normal". Supongo que yo no me sentía especial. O me conformo con poco. Es todo cuestión de perspectiva: mientras que el mundo parecía un poco mejor apoyada en tu pecho, ahora aprendo que porque algo fuera bueno en algún momento no significa que siempre lo vaya a seguir siendo. 
Voy a aprender a dosificar mi tiempo para ahorrarme la mitad de las lecciones de la vida que llegan tarde.