miércoles, 3 de abril de 2013

I bet you are hard to get over

Me di cuenta de que me había enamorado de ti cuando me vi balbuceando tu nombre en su cama. No había llorado ni un día desde que te dije que era hora de que lo terminasemos, ni ahora que estaba borracha. Ni si quiera lo había hablado con nadie, tampoco me apetecía. Ahora mismo solo buscaba otros brazos que me abrigasen y me dieran todo lo que tú no me habías dado, que a mi respecta era bastante. No es que me hicieras sentir mal, pero tampoco bien. Eras lo mismo que me dañaba, y aliviaba. Era como si lo único malo de ti es que eras tú.
Me vi balbuceando tu nombre, pero eso pasó desapercibido. Fue cuando ya había amanecido y él se sentó en el borde de la cama, se puso el pantalón suavemente y fue caminando descalzo a la cocina, y yo solo vi tu espalda con las líneas de la luz que se colaba por la persiana, cuando te vi a ti caminando hacia allá y no a él.
Me encontré sola en una cama ajena mirando el techo, preguntándome qué hacer ahora que hasta borracha el mundo me parecía una mierda. Hoy me duele la cabeza. Hoy no me apetece quererte. Ni mañana. Ni nunca.

-A.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Significa mucho para mí que tomes tiempo para leer el blog, muchoselefantesdelasuerte para ti