sábado, 21 de enero de 2012

Insípido

Hace tiempo que no tenía una razón concreta para llorar.
Antes, era algo extraño, de una forma extraña, como con tristeza, pero sin razón, y no sabía si seguir llorando de lo estúpida que era por llorar sin razón o dejar de llorar por lo estúpido que suena llorar sin razón. Quizá sí la tenga pero no quería saberlo... Pero bueno, qué importa. Ahora se siente distinta. 
Siempre has sido igual, te vas al baño y lloras delante del espejo y tu madre te decía: ¿Para qué vas a llorar delante del espejo, para ver lo fea que te pones cuando lloras? Tenía razón, no sabe para qué lo hacía, solo sabe que lo sigue haciendo pero no ve más que lo idiota que parece, pero no puede parar, además, esta vez sí tiene razón para hacerlo. Se siente más triste cuando sabes concretamente por qué te sientes así y no es mierda acumulada. ¿Sabes lo malo de esto de tener razón? Que cuando crees que estás apunto de parar, te vuelves a acordar, y sigues, y sigues llorando, y encima no puedes llorar tranquila, sino que intentas disimular tus sollozos con un resfriado.

-A.

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