martes, 16 de agosto de 2011

Diario de verano, 1999


Aquellas noches del verano del noventa y nueve en las que me escapaba por las noches a sentarme en mi lugar favorito junto al lago, allí, entre unos árboles y piedras en una esquina escondida, con mis cascos en mano lista para tumbarme ahí, mirar las estrellas y cerrar los ojos levemente a la suavidad de la música. Aquellas noches en las que no tenía preocupaciones mas que aquel chico en la cabeza al que nunca le abriría mis verdaderos sentimientos; tan solo te contaría mil anécdotas y alguna de esas bromillas en medio del suceso que te sacase una sonrisilla de esas que se veían hasta en la oscuridad, sobretodo cuando tú también te escapabas conmigo, desde que también alquilaste esa casa cerca del lago, en las noches a aquel maravilloso lugar, y solo te limitabas a escucharme, y yo hablaría y hablaría y tú nunca te quejarías, tan solo disfrutarías escuchando mi voz gastada, que quedaba ronca al final del día de gritar y correr entre risas huyendo de ti, picándome con el césped aunque en esos momentos no existía el dolor, hasta que me alcanzabas, y cogías y llevarías en brazos al agua, donde yo empezaría a nadar como un pececillo hasta perderme, ysiempre me encontrarías. 
Y sí, así eran en resumen la mayoría de los días de aquellas vacaciones del noventa y nueve, una rutina, una rutina de risas, donde cada día era más perfecto y cada día la rutina más agradable.

-A.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Significa mucho para mí que tomes tiempo para leer el blog, muchoselefantesdelasuerte para ti