sábado, 12 de mayo de 2012

There's nothing like you and I


Te has marchado de casa. Solo se nota la diferencia porque no oigo el sonido de tu cepillo de dientes eléctrico por las noches al que me había acostumbrado y ya no tengo que fregar dos tasas para el desayuno. Ahora elijo yo la película de los domingos y no tengo que tragarme el fútbol. Tampoco tengo que hablar con tu madre por cortesía ni hacer un horario para ver cuándo cocina quién o quién saca la basura. Pipo te echa más de menos que yo; es que yo a veces me olvido de reponerle la comida y tampoco lo saco todos los días a pasear, suelo estar muy cansada. Y muy baja de ánimos, aunque no quería que lo supieses. También tengo la cama toda para mí. ¿Sabes lo genial que es eso? Ya no tengo que discutir con nadie por quitarle la manta. Tampoco tengo que limpiar el polvo cada dos días porque ya no hay nadie con alergia a los ácaros en casa y ya no tengo que poner tantas coladas a la semana. También el bus para ir a la uni sale más barata, ya no tengo que comprar dos bonos, aunque solo nos quedaba un curso.
Joder, ¿cuándo vas a volver? Echo de menos ese maldito cepillo de dientes y mirarte mientras gritas gol porque ha marcado el Madrid. Me gusta que elijas tú la peli y me encanta que me sorprendas los días impares del mes a la hora de comer al no decirme a priori que vas a cocinar. Echo de menos reírme de ti cuando bajas en zapatillas de casa a tirar la basura y sobre todo que me quites la manta. Porque te echo de menos en mi cama. Echo de menos como me das un beso en la frente a la una de la mañana cuando crees que estoy dormida y que me pongas el brazo por encima porque tengo frío y que te dé igual que siempre lleve calcetines. Echo de menos sentirme bien porque es que eres el único que lo consigue. Pero no hace falta que vuelvas. Yo no soy la que te necesita. Pero Pipo sí. ¿Qué te parece si vienes a hacerle una visita esta semana? Creo que siente la casa vacía sin ti. Juega con él un rato, y quédate el resto de la semana. Y del mes. Y del año. Y duerme en mi cama. Y lávate los dientes en mi baño. Y siéntate conmigo en el sofá para ver la tele los domingos. No hace falta que sea por mí, piensa que es solo para que estés cerca de Pipo. Intenta parecer un bóxer fuerte pero no puede. Ya sabes, te necesita y eso...
-A.

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