domingo, 19 de junio de 2011

Palabras que suenan a locura

Sabes, como cualquier chico las cursiladas siempre me han parecido gilipolleces. 
Y sí, con mis aproximados siete años, como cualquier niño, fingía una cara de asco cuando una chica me daba un beso y me quedaba inmóvil cuando me daba un abrazo
También me reía de lo cursis e ilusas que eran, y de lo frágiles que eran, con sus corazones de cristal que, con la facilidad que tenían para enamorarse, cualquiera lo podría romper.
Y sí, hace mucho tiempo que deje de tener que fingir esa cara de asco a admitir que me encantaba cuando me besaban la mejilla y a adorar dar abrazos.
Y sí, hace tiempo que las chicas son lo que más me pasan por la cabeza, aunque me agrada saber que miles de adolescentes más me acompañan con esta revolución de hormonas.
Pero ¿sabes otra cosa? Sí, hace tiempo que solo pasa una chica por mi cabeza y hace tiempo que solo me apetece que ella me dé el beso en el cachete de despedida. 
Sí, hace tiempo que pienso que las palabras han perdido significado y que las cursiladas siguen siendo eso, cursiladas. Pero ¿sabes más cosas?  
Las cursiladas dejaron de ser tan 'cursiladas' desde que las sentí. 
Que eso, sé que las palabras ya no significan mucho, pero espero que me creas, aunque no me salen las palabras correctas (que espero que me perdones, porque nunca me salen, pero haré lo que pueda). 

Quiero que hagamos un trato; cásate conmigo
Sé que no nos conocemos mucho pero te llevo esperando desde hace mucho tiempo, por no decirte toda mi vida. Desde hace dos años, cinco meses y dieciocho días llevo viéndote subir en esta parada de autobús de lunes a viernes, todos los días con un peinado distinto y yo admirando la sonrisa que le dedicas al chofer cada mañana al subir. Sé que eres una persona estupenda, con tan solo ver tus pequeños gestos (como le ofreces tu asiento a la viejita que viene los jueves con la compra) y como los días que te cuesta sacar una sonrisa, te pones a mirar por la ventana y evadirte en tu música para que nadie note la ausencia del brillo ese de tus ojos que destaca cuando sonríes de verdad. 
Sí, se que sonará a loco obsesionado, pero soy ese tío que se sienta siempre delante de la puerta de la guagua con los cascos y la música al tope. 
Y bueno, no, no me conoces mucho, quizá ni te has percatado de mi presencia, pero yo a ti sí. He analizado todo tus distintos tipos de sonrisas y tus gustos para las colonias. He notado que tu color favorito es el turquesa y que tarareas las canciones que estás escuchando sin darte cuenta. 
Y solo te pido que te cases conmigo, creo que te he dado a entender que soy una persona que cada vez que te mira no puede remediar pensar en las mil razones de por qué le gustas y yo a cambio te prometo que no dejaré que se vaya el brillo de tus ojos. 
Que no habrá ni un día en el que no te haga sonreír y que no te de todos los abrazos y besos que necesites.
Que te buscaré rosas turquesas por todo el mundo si hace falta eso para encontrarlas y que te diré todos los días lo preciosa que estás, peines como te peines. 
Solo cásate conmigo, y te prometo que estas palabras que significan algo y que te diré todas las cursiladas que quieras oír, porque me pones fácil que me salgan.
Y bueno, entiendo si la respuesta es no, pero te seguiré pidiendo que me dejes ver esa sonrisa, aunque sea dedicada al chofer, pero no la dejes de enseñar, no sabes a que otro chico podrás enamorar de esta loca platónica manera...
-A.

1 comentario:

Significa mucho para mí que tomes tiempo para leer el blog, muchoselefantesdelasuerte para ti